Después de hacerse cargo del negocio familiar de manos de su padre en 1976, Cecchini encontró su misión: proteger el arte de la carnicería con la creencia de que todos los cortes de carne se pueden utilizar cuando se cocinan adecuadamente, eliminando el desperdicio y promoviendo la sostenibilidad. Un arte antiguo lleno de habilidad y ritual transmitido de maestros a aprendices, el carnicero debe ser un carnívoro consciente y conocedor que honra la vida y la muerte del animal. Usamos esta riqueza de sabiduría y arte para imaginar una sociedad secreta de carniceros. Carna de Dario Cecchini honra esta tradición y ofrece una mirada a la sociedad de los carniceros que proporcionan las letras que forman una comida poética. Ubicado en el piso 74, Carna by Dario Cecchini presenta un ambiente íntimo rico en interiores de terciopelo, un bar exclusivo, un comedor privado y llamativos candelabros.